El aumento de la esperanza de vida, que tiene como consecuencia el incremento de la población anciana y el deseo de gozar de una mejor calidad de vida, así como el aumento de los costos sanitarios, han generado la necesidad que los gobiernos, los profesionales de la salud y los investigadores, busquen la manera de controlar estos cambios de forma más eficaz. Ya existen una gran variedad de alimentos a disposición del consumidor, pero en estos momentos la prioridad es identificar qué compuestos pueden mejorar la salud, el bienestar y reducir o retrasar el riesgo de la aparición de importantes enfermedades, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y la perdida de la capacidad física, inducida por la perdida de masa muscular, cuadro característico en personas de la tercera edad.Recientemente se ha descubierto el gen que codifica para la proteína denominada miostatina. Esta proteína tiene una fuerte actividad inhibitoria del desarrollo muscular en mamíferos (control negativo del desarrollo muscular). Si se bloquea la actividad biológica de la miostatina (por inhibición), se tendrá un fuerte desarrollo de la musculatura en desmedro de la formación de lípidos. Existen muchas formas de inhibir la acción de la miostatina, en este sentido los resultados preliminares obtenidos en el contexto del proyecto FONDEF DO1I1164 (MANSILLA 2004) - donde se ha demostrado que la utilización del alga Macrocystis pyrifera en la dieta de peces, provoca una fuerte disminución de las grasas viscerales (33% de disminución) y un Mejoramiento de la calidad hepática, en forma similar al efecto inducido por los carbohidratos provenientes de Cystoseira canariensis, que inhiben poderosamente la acción de la miostatina - abren grandes posibilidades para la utilización de los carbohidratos de esta alga, en el bloqueo del efecto biológico de la miostatina, especialmente apuntando a generar terapias basadas en los principios activos obtenidos de los hidrolizados de algas. |