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El objetivo final de este plan de negocios es entregar licencia de explotación económica y comercial de la patente de invención, que apropia bajo la titularidad de la UCSC, la tecnología de fotocatálisis heterogénea soportada con aplicación específica al tratamiento de agua con contenidos amoniacales en cultivos acuícolas, a través de un reactor diseñado específicamente para este propósito. Este producto tecnológico corresponde a un proceso capaz de purificar agua dulce contaminada, después de haberla empleado como medio para el cultivo masivo de peces. Cumple cuatro objetivos simultáneos que determinan la limpieza del agua: remueve el amonio, remueve nitrios, remueve materia orgánica y desinfecta de microorganismos, tales como bacterias y hongos que se desarrollaron en ese medio líquido. La tecnología se materializa en un equipo industrial que se construye mediante el ensamblaje de varias partes, piezas, accesorios y una o más unidades del componente funcional básico, dependiendo del volumen de agua a tratar.
La Universidad Católica de la Santísima Concepción será quien transfiere la tecnología. En ella, el Laboratorio Piloto de Acuicultura dependiente de la propia Universidad será la unidad técnica ejecutora. Además, se establecerá un grupo formado por profesionales que efectuarán las distintas actividades de ejecución del plan de negocios, para la identificación de licenciatarios, la entrega a terceros de los conocimientos técnicos, las negociaciones y trámites de orden legal para la entrega de licencia de explotación de patente. Para comercializar la tecnología, la Universidad necesitará el título de la patente de invención concedida. Además de este documento legal, la Universidad debe contar con un módulo fotocatalizador prototipado con capacidad demostrativa de la función de tratamiento de agua para el que fue diseñado, asociando documentación que demuestre apropiadamente el buen funcionamiento de la tecnología y la forma de fabricar un equipo completo. Con la solicitud de patente y el artefacto demostrativo, la UCSC podrá entregar a terceros esta tecnología y el o los interesados podrán recibirla con seguridad y confianza.
Para transferir tecnología, la UCSC ofrecerá modelos para los acuerdos de confidencialidad y de no revelación de información que deberán firmar los empresarios interesados en este negocio, así como también un contrato base para entregar y recepcionar los derechos de explotación económica entregados por la Universidad a la entidad licenciataria. También es necesario disponer como complemento, medios financieros suficientes para que la Universidad pueda presentar adecuadamente la tecnología en las compañías que podrá localizar en el país o en el extranjero. El Centro de Transferencia Tecnológica (CT Valparaíso S.A.) que consideró la Universidad para trabajar en esta labor, pondrá a disposición del proyecto canales complementarios para articularse con redes de empresas europeas, donde ha estado relacionándose en forma autónoma ofreciendo licencias de patentes en los últimos cinco años. Este Centro facilitará los medios comunicacionales expeditos para que los profesionales incluidos en este emprendimiento tecnológico establezcan conversaciones técnicas y contractuales con los ejecutivos que atenderán el tema y las negociaciones en esas compañías.
El proceso de transferencia tecnológica contempla la búsqueda y una selección de empresas que efectivamente sean fabricantes de equipos industriales o que tengan la capacidad para tercerizar este trabajo, con cobertura geográfica internacional en sus distribuciones y ventas. Si la empresa es nacional deberá tener capacidades reales de exportación de estos equipos. Se privilegia la búsqueda de un mercado objetivo compuesto por un conjunto de empresas con conocimientos sobre las necesidades tecnológicas de la industria acuícola con el propósito de garantizar el posicionamiento de esta nueva tecnología.
Como resultado del negocio tecnológico, si se considera el pago de royalties estimados sobre las ventas, se genera una buena rentabilidad de la inversión realizada por la UCSC. La inversión cuantificada en términos del aporte realizado por la UCSC al proyecto de transferencia tecnológica se puede recuperar después de dos años, generándose posteriormente solo utilidades por pago de royalties.
El mercado global para esta tecnología está representados por empresas o fábricas chilenas y extranjeras con cobertura comercial internacional de base tecnológica con capacidad instalada, experiencia y posicionamiento de sus productos en el mercado, dedicadas a la fabricación de dispositivos, equipos y máquinas para el tratamiento de fluidos líquidos de origen industrial con diversas aplicaciones, aunque se seleccionarán aquellas empresas que cuenten con una unidad de negocio orientada a atender las necesidades de equipamiento definidas por el rubro de los centros de cultivos acuícolas. Este mercado está representado preliminarmente por una veintena de compañías con cobertura internacional que fabrican equipos para la acuicultura, sumando un total de 100 si se agregan las empresas que podrán utilizar la tecnología para otras aplicaciones en los sectores forestal, papelero, agronómico, químico, entre otros.
La primera aplicación comercial del reactor fotocatalítico se enfocará a empresas productoras de recursos hidrobiológicos en los diferentes países productores acuícolas. En este contexto, el mercado principal para una empresa fabricante, comercializadora y distribuidora de este reactor está fundamentalmente conformado por centros acuícolas con localización nacional e internacional dedicados a la producción de especies de peces y crustáceos de agua dulce en condiciones de confinamiento y cultivo intensivo o semi-intensivo, y en regimen de re-utilización o recirculación de agua. En términos comparativos, la incorporación de la tecnología de tratamiento de agua desarrollada, permite asegurar el correcto funcionamiento de los Sistemas de Recirculación de Agua (SRA) versus la actual operación (variable, incierta, inestable e insegura) basada en el uso de biofiltros, generando un menos grado de incertidumbre y reticencia en los productores al momento de decidir la conversión de sus sistemas tradicionales a un SRA o bien la instalación directa de centros con un 100% de recirculación. El valor real del producto de este equipo para un acuicultor se traduce en beneficios cuantificables en términos de los ahorros que se producen en el proceso de producción comparando los costos principales en una piscicultura que cuente con este artefacto y otra que utilice exclusivamente un sistema de biofiltración.
La producción, comercialización y distribución de este equipo es económicamente factible y presenta una rentabilidad atractiva como un proyecto de incorporación de un nuevo producto a la línea de producción de empresas existentes, dedicadas a la fabricación y comercialización de equipos de esta índole con aplicaciones acuícolas. Esta situación genera que el producto final sea muchísimo más competitivo, pudiendo incluso competir por precio y obtener una cobertura de mercado satisfactoria al presentar mejores atributos de calidad de carácter técnica frente a los sistemas de tratamiento existentes.
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