Una de las principales aplicaciones del fenol es la elaboración de resinas de fenol-formaldehído, que se aplican en la fabricación de tableros contrachapados, OSB y, en menor volumen, en la fabricación de moldes de fundición, la producción de materiales abrasivos y otros. El consumo nacional de este tipo de resinas es de aproximadamente 50.000 toneladas anuales. Nuevas tendencias en las legislaciones ambientales apuntan a la eliminación del formaldehído de las resinas adhesivas, debido a su alta toxicidad. Este requerimiento, sin embargo, no es posible de satisfacer si las resinas se formulan con fenol como materia prima. Por otra parte, el precio del fenol ha experimentado una fuerte alza durante los últimos años, lo que ha significado una disminución dramática de los márgenes de utilidad para las empresas productoras de resinas, en un mercado altamente competitivo: el precio CIF del producto aumentó desde aproximadamente 600 US$/ton en el año 2000, a 1.200 US$/ton en la actualidad. La solución propuesta consiste en sustituir parcial o totalmente el fenol por extractos de corteza de pino, y eliminar el formaldehído de las formulaciones, reemplazándolo por otros entrecruzantes de mejor calidad ambiental. Los nuevos productos tendrán además reactividad diferenciada, debido a las características químicas de los extractos de corteza, lo que posibilitará un aumento de la productividad en sus usuarios. En esta propuesta participa como productor de la tecnología la empresa Resinas del Bío Bío, la cual además se encuentra iniciando sus inversiones en una planta productora de extractos. Como usuarios de la tecnología, participan empresas productoras de tableros contrachapados y OSB, moldes para fundición y materiales abrasivos, las cuales han comprometido ensayos de aplicación en sus instalaciones, con el fin de avanzar en la ejecución de este proyecto hasta una etapa semi-comercial. |