En Chile existen más de un millón doscientas mil empresas, de las cuales más del 95% corresponden a micro y pequeñas empresas (MIPYME). Estas últimas dan empleo a más de tres millones de personas; no obstante, participan en sólo el 20% de las ventas totales del país.Dada la importancia de este segmento de la actividad económica del país, fundamentalmente en la absorción de mano de obra, es que han sido numerosas las iniciativas tendientes a generar mejoras sustantivas en ellos; no obstante, aun cuando se han destinado importantes recursos a la MIPYME, el impacto de las acciones realizadas no ha generado las mejoras esperadas en función de la magnitud de los recursos invertidos.Las razones identificadas como causas del bajo impacto alcanzado, se han focalizado en aspectos externos (del otro); sin embargo, poca mención se hace a los procesos de intervención , sin visualizar que la carencia de métodos de intervención y técnicas apropiadas surgen como causas relevantes, responsables del bajo impacto de las intervenciones.Sumado a lo anterior, aun cuando existe un importante avance en la teoría de lo social, se requiere plasmar estos aportes, en la realidad, y así potenciar la construcción epistemológica de la intervención social y optimizar los resultados de las estrategias de cambio psicosocial aplicadas.En este contexto, la necesidad de generar un cuerpo metodológico que permita mejorar y contribuir a los procesos de intervención (o implementación de programas de desarrollo), surge como un imperativo urgente, el cual constituye la base del presente proyecto, cuyo objetivo general es el diseño, implementación y evaluación de un Modelo Psicosocial basado en el desarrollo de competencias para la sustentabilidad de las acciones de intervención.La validación de esta metodología se realizará con los sectores geográficos del Norte de Chile (Valles de Choapa, Limarí y Elqui), en los sectores de Pesca y Agricultura. |