Desarrollo de una nueva droga anti-tumoral para el tratamiento de cánceres del tracto reproductivo femenino.
El cáncer de los tejidos reproductivos abarca entre otros el cervix uterino, el endometrio uterino, y el ovario. La Sociedad Americana del Cáncer el año 2005 publicó que el cáncer del tracto reproductivo corresponde al 12% de la incidencia de cáncer femenino y es responsable de aproximadamente el 15% de mortalidades femeninas generadas por el cáncer. Este año, solamente en Estados Unidos el número estimado de nuevos casos de cáncer de endometrio, ovario y cervix es aproximadamente 70.000. Por razones todavía no entendidas, Chile tiene una de las tazas mas altas de cáncer de cervix uterino y fue clasificada por el Organización Mundial de Salud a tener una de las incidencias mas altas de canceres femeninos. Durante las últimas tres décadas, se han hecho avances importantes en el tratamiento de estos canceres, sin embargo, todavía existe un número no aceptable de mujeres que fallecen a causa de la enfermedad. Cáncer de ovario es uno de las canceres mas peligrosos con una supervivencia de 5 años de menos de 16%. Con respecto a canceres de útero, afortunadamente 75% de los cánceres endometriales se diagnostican temprano y la cirugía en esta etapa permite una supervivencia de 5 años con una tasa sobre el 80%. Sin embargo, todavía existe un número significativo de cánceres endometriales en etapa avanzada donde las terapias actuales no ofrecen tasas de supervivencia que superen el 5-10%. La mortalidad después de un cáncer, se explica principalmente por la poca efectividad de las distintas terapias descritas en la enfermedad en etapas avanzadas. Actualmente, existen tres problemas importantes en la terapia contra el cáncer. 1) La observación clínica que establece que la muerte del paciente de cáncer ocurre a través de dos mecanismos; en primer lugar a través de la metástasis del tumor a órganos vitales, y en segundo lugar, por la generación de un estado hipercoagulable, que conduce eventualmente a crisis trombóticas y a fallas cardiovasculares. 2) El segundo problema es la entrega de la droga. Aunque es posible inyectar el tratamiento directamente en el tumor, no existe un mecanismo eficaz en los pacientes que posean metástasis. 3) El tercer problema es el daño colateral generado por el tratamiento para el cáncer, que suele ser citotóxico y por ende afecta al tejido sano (normal/no cancerígeno). Por tanto, elucidar una nueva droga para tratar el cáncer avanzado, que no posean consecuencias indeseables como trombosis y citotoxicidad de las células sanas, tendrá un impacto considerable, tanto socialmente como económicamente, en pacientes de cáncer y instituciones de salud en todo el mundo. En este proyecto nos proponemos diseñar y fabricar una droga anti-cancerígena que actúe específicamente sobre las células de cáncer. La droga utilizada será por ende, una proteína que se une a un receptor de membrana que estimule el proceso apoptótico, preferentemente en células de cáncer pero no en el tejido sano del tracto reproductivo femenino. Además, el receptor de membrana bloqueado en esta terapia está implicado en la cascada de la coagulación y la inactivación de este receptor por la proteína de fusión reducirá así el estado hipercoagulable del paciente de cáncer y reducirá así las probabilidades de sufrir episodios trombóticos, lo que aumentaría las probabilidades de éxito en el mercado mundial al ser innovativo y tratar las dos causas principales de muerte en forma simultánea. Incorporamos a este proyecto datos preliminares mostrando la inhibición de metástasis y muerte de células cancerosas por los dos componentes de la droga previamente mencionados.
La fabricación de la droga (proteína de fusión) y la evaluación de su eficiencia tanto in vitro como in vivo estará a cargo de una colaboración entre la Facultad de Ciencias Biológicas y la Facultad de Medicina de la de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la corporación farmacéutica Recalcine S.A. El proyecto será encabezado por el Dr. Gareth Owen (director), biólogo celular y molecular de la Facultad de Ciencias Biológicas y el Dr. Mauricio Cuello (director alterno) ginecólogo oncólogo de la Facultad de Medicina. Los derechos intelectuales (patente) serán compartidos entre Recalcine S.A. (51%) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (49%). La droga será patentado en EE.UU., Francia, Alemania y Reino Unido, los cuales son importantes mercados en el mundo farmacéutico. Luego, baja la supervisión de Recalcine S.A., la droga enterará ensayos clínicos en humanos fase I, seguido (si es exitoso) con un acuerdo que licencie (o la venda) la patente a una compañía farmacéutica multinacional para terminar las fases clínicas y lleve el producto al mercado mundial. Se considera en el final de este proyecto la posesión de una droga nueva que pueda sustituir la quimioterapia convencional reduciendo efectos secundarios sobre las células sanas, una mejor entrega a las células de cáncer y la capacidad de bajar el estado hypercoagulable asociado cáncer. Se alcanzaría un beneficio social equivalente a US$203 millones en un horizonte de 20 años, evitando al menos 315 muertes al año, permitiendo recuperar más de 5.993 años de vida saludables al año, valorados en más de US$67,8 millones año. Además se obtienen nuevas divisas por el licenciamiento de derechos en países desarrollados y Latinoamérica (negocio tecnológico) por sobre los US$8 millones año, en régimen desde el año 13 de iniciado el proyecto.
En resumen, al final de este proyecto, poseeremos una nueva droga que reemplace a la quimioterapia, y su aplicación traerá consigo menos coagulación, disminución de efectos secundarios y finalmente la patente de esta droga. La aplicación de esta droga como terapia al cáncer del tracto reproductivo femenino mejorará la calidad de vida de mujeres que padecen de esta enfermedad y entregará una oportunidad a las empresas chilenas a ingresar al mercado mundial de oncología. |