En la actualidad el principal problema de la matriz energética chilena está centrado en la importante dependencia de suministros externos, principalmente a la forma de petróleo y gas. Dentro de este marco, el Programa de Seguridad Energética propuesto por el Estado a mediados del año 2006, tiene por propósito el fomento y desarrollo nacional de combustibles alternativos, derivados de recursos renovables. Dentro de estos se encuentra la producción de Biodiesel y Etanol, como reemplazo parcial de los combustibles tradicionales derivados de petróleo. Para llevar a cabo este objetivo, se deberán desarrollar tecnologías que permitan la obtención de biocombustibles a partir de materias primas alternativas diferentes a las usadas en la actualidad, ya que estas tienen la desventaja de constituir recursos limitados y de alto valor competitivo, debido a su uso en otras aplicaciones como cultivo de peces y de especies pecuarias (aceite de raps), y en la alimentación humana como es el caso de la remolacha (azucar).
El presente proyecto plantea la diversificación de la matriz energética utilizando algas como fuente de materias primas alternativas, mediante (1) la extracción de aceite desde microalgas, probando un método eficiente (tecnología de CO2 supercrítico) que permita su utilización por empresas emprendedoras que pretendan ingresar en el negocio de aceite y/o del biodiesel; (2) obtención de etanol a partir de macroalgas mediante el proceso de fermentación.
Para esto, se han sumado los esfuerzos investigativos de la Universidad de Tarapacá y la Corporación de Educacional La Araucana, conectando de esta manera dos zonas geográficas estratégicas relacionadas con el desarrollo del presente proyecto. Ambas instituciones comprenden la importancia del desafío que implica el trabajo en conjunto, para el desarrollo de nuevos sistemas con impacto económico y social en el país.
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