Debido a la crisis pesquera ocasionada por la sobre-explotación de los recursos marinos, durante los últimos años la acuicultura se ha posicionado como una actividad productiva de gran crecimiento y expansión. En Chile, esta situación se refleja en la producción de salmón que ha posicionando al país como el segundo productor mundial después de Noruega. Para mantener el crecimiento y desarrollo alcanzado, Chile y el resto de países acuicultores enfrentan importantes desafíos. El objetivo es hacer de la acuicultura una actividad sustentable con un impacto controlado en el medio ambiente y cuyos productos sean inocuos y seguros para el hombre. Uno de los principales problemas que se debe abordar para cumplir el objetivo son las perdidas económicas, el deterioro ambiental y la seguridad alimentaria derivados de las patologías infecciosas que afectan a los peces en cautiverio, que ha llevado a utilizar una gran cantidad y variedad de agentes antimicrobianos (sanitizantes y antibióticos). No cabe duda de que estos compuestos permiten controlar las patologías infecciosas que afectan la acuicultura, sin embargo, también generan resistencia a las terapias antimicrobianas lo que pone en peligro los avances en salud animal y humana. Por esta razón, EEUU y la Unión Europea han comenzado a disminuir y controlar el uso de antibióticos en acuicultura. A su vez, la comunidad internacional ha orientado sus esfuerzos en fomentar la investigación y desarrollo (I+D), con una variedad de iniciativas entre las que está la búsqueda de nuevos agentes antimicrobianos. La presente propuesta busca desarrollar alternativas al uso de antibióticos en acuicultura con la finalidad de mejorar la calidad del hombre y su entorno mediante la producción de alimentos seguros para la salud humana e inocua para el medio ambiente. El objetivo es utilizar compuestos que actúen previniendo la infección, que no generen resistencia, que sean ambientalmente amigables y seguros para el hombre. Para esto, la propuesta estudiará la capacidad de compuestos naturales de origen bacteriano que eviten la infección de los peces. Los compuestos son biosurfactantes (BS), producidos por bacterias marinas pueden ser administrados, al igual que los antibióticos, a través del alimento usado en acuicultura convirtiéndose en aditivos alimentarios funcionales de origen bacteriano (AAFOB) para animales. Se proyecta la creación un nuevo aditivo funcional cuyo mecanismo de acción será establecido y con un alto valor agregado que permitirá reemplazar o complementar los antibióticos de última generación usados en acuicultura. El AAFOB podrá ser aplicado en cualquier actividad relacionada a la acuicultura que requiera controlar patógenos microbianos y podrá ser comercializado por empresas de alimentos destinados a la acuicultura cuya misión sea apoyar el desarrollo de una acuicultura sustentable a escala mundial. |