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La agricultura, en todo el mundo, enfrenta constantes desafíos, y se pude apreciar que estos están motivados por innumerables situaciones y crisis que afectan el consumo y los mercados. Esta realidad, motiva una estrecha interacción entre los investigadores, el gobierno, y las empresas: el intentar resolver algunos de estos problemas a través de la investigación y desarrollo con un fuerte grado de innovación.
La oportunidad que se presenta para escribir esta iniciativa se estructura en torno a varias realidades: experiencia microbiológica de años del grupo de investigadores, capacidad comprobada de crear prototipos a base de microorganismos, experiencia en formular propuestas para resolver problemas agronómicos, éxito en la presentación de patentes en Chile y USA, y relaciones óptimas con el mundo empresarial.
En la actualidad un rol impactante lo tienen dos realidades biotecnológicas, por una parte los OMG (organismos modificados genéticamente) son utilizados en 23 países con una superficie sembrada de 110 Mi de hectáreas; por otra, es el efecto de una variada gama de microorganismos que son utilizados para reemplazar insumos de alto costo. Por ejemplo, el uso de OMG en la agricultura ha implicado una disminución significativa de biocidas (ej. en algodón hasta 6 aplicaciones menos). De igual forma, el uso de fijadores de nitrógeno en alfalfa, y soja, ha implicado reducir sustancialmente el aporte de abonos nitrogenados.
Este proyecto se relaciona con el uso innovador de microorganismos y el desarrollo de productos a base de rizobacterias solubilizadoras de fósforo. Utilizando tecnologías ya diseñadas en proyectos exitosos anteriores, se presenta la oportunidad de estructurar productos biológicos que aplicados a cultivos como trigo y cebada, se disminuya el aporte de fertilizantes fosfatados. En concreto se van a diseñar tres procesos: agregaciones de multi-capas de bacterias con roles definidos a la semilla; microencapsulados de varias bacterias que se agregan a la siembra; concentrados líquidos bacterianos derivados de secado spray agregados durante varias etapas de los dos cultivos propuestos.
En la actualidad el proyecto RHIBAC de la Comunidad Europea en pleno desarrollo en la Universidad Austral, y por investigadores de esta propuesta, ha podido establecer la presencia de bacterias que solubilizan el fósforo, las que han sido aisladas de malezas (Rubus spp.= murra) con crecimiento exuberante. En experimentos de terreno realizados en trigo se ha comprobado el buen comportamiento de la Cepa C26 Chilena (Pseudomonas spp.).
Lo expuesto en los párrafos anteriores reafirma nuestra visión del rol de los microorganismos útiles para la agricultura. Esta actividad nos ha permitido desarrollar innovaciones en propiedad intelectual y depositar en la Colección Americana de Tipos de Cultivos. En otros proyectos finiquitados, se han registrado varias cepas chilenas como únicas en roles definidos. Estamos convencidos que el día de mañana estas cepas contribuirán significativamente con sus genes a beneficiar cultivos importantes.
De igual manera, se propone evaluar las formulaciones que se van a implementar tanto en Chile como Argentina, en ensayos de terreno que demuestren la efectiva acción de las cepas seleccionadas en dos cultivos de gran trascendecia: trigo y cebada. En este contexto, hemos agregado a los estudios una cepa de Lactobacillus plantarum, especie que potencia sustancialmente la acción benéfica de las rizobacterias hacia las plantas.
Nuestras intenciones son entregar estas biotecnologías al sector productivo para que sean apropiadas y traspasadas al mundo de la agricultura. El hecho de agregar (paletizar) microorganismos a las semillas, incrementa el valor de las mismas, creando nuevos negocios y haciendo más eficiente el uso de fertilizantes. Por ende, lo beneficiaros, son los agricultores en general, los cuales recibirán el beneficio de estos avances a través de los negocios que impulsen las empresas asociadas al proyecto, tanto en Chile como Argentina.
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