Este proyecto propone desarrollar un sistema de aseguramiento y certificación de calidad de viviendas, basado en el control de sus desempeños u objetivos de habitabilidad, seguridad, durabilidad y sustentabilidad ambiental. Sistema destinado a fomentar la innovación, la eficiencia de los procesos constructivos, la competitividad y, como consecuencia, la calidad de la vivienda construida en Chile.
Para su ejecución se reúnen capacidades de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (DITEC) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, institución que actúa como mandante del proyecto. Del Ministerio de Energía, institución que actúa como patrocinante del proyecto. De la Escuela de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile con su Dirección de Extensión en Construcción (DECON UC) y de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la Universidad del Bío-Bío con su Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción (CITEC), instituciones proponentes. Del Instituto Eduardo Torroja (España) y de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), instituciones que actúan como asesoras. Las empresas Urbaniza Constructora, Constructora Manquehue, Egistek y Nobatek (Centro francés de innovación tecnológica, filial a la Universidad de Bordeaux 1), entidades asociadas. Y finalmente, la Universidad de Plymouth (Inglaterra), institución que ha manifestado su interés en apoyar esta iniciativa.
El planteamiento problema-oportunidad de la iniciativa deriva de los problemas de mala calidad de la edificación habitacional en Chile, que impactan negativamente en la habitabilidad de las viviendas y en la imagen del sector en general, con consecuencias económicas y sociales de gran magnitud para la industria y el país. En Chile, las patologías constructivas importan costos de reparación y postventa que superan actualmente los USD 100 millones anuales, mayores gastos energéticos por mal comportamiento térmico del parque de vivienda cercano a los USD 1000 millones anuales y otras mermas de difícil cuantificación, pero no menos importantes, como son los daños a la salud y a la productividad de las personas resultado de habitar en ambientes inconfortables.
Los problemas derivados de mala calidad en la edificación, sumados a una mayor demanda social por calidad, han tenido un impacto relevante en el sector construcción de Chile. La industria se ha obligado a incorporar conceptos de productividad para desenvolverse en un medio de creciente competitividad y, paralelamente, conceptos de calidad para lograr la satisfacción de un cliente cada vez más exigente. Se ha enfrentado además los efectos de otros fenómenos emergentes en nuestro país, como son la preocupación creciente por la eficiencia energética de las edificaciones, las mayores aspiraciones de confort ambiental por parte de los usuarios de los edificios y el desarrollo de movilizaciones sociales y legislaciones para la defensa del consumidor. Todas estas manifestaciones obligan a observar a la vivienda como un producto tecnológico, un bien inmueble en este caso que debe cumplir con ciertos desempeños para que resulte adecuado al uso previsto por un usuario cada vez más exigente.
Medir y controlar esos desempeños es el desafío que enfrentan en Chile los sistemas de aseguramiento y control de calidad, desafío para el cual no están tecnológicamente preparados. Los sistemas de aseguramiento de la calidad de construcciones habitacionales que se practican en Chile, se basan, principalmente, en el control de procedimientos y de la calidad del proceso constructivo. Por su naturaleza no permiten construir juicios objetivos sobre la calidad técnica del producto vivienda, generan sólo la presunción de que si la gestión es de calidad es probable que el producto resultante de ese proceso también lo sea. Tampoco realizan observaciones al desempeño de la vivienda, por lo que no pueden responder a las necesidades de control y certificación que las empresas constructoras e inmobiliarias requieren para ofrecer garantías confiables a sus clientes, ni a las necesidades de información que el mercado de una sociedad moderna necesita.
La hipótesis de desarrollo del proyecto plantea que : �es posible diseñar e implementar en Chile un sistema de aseguramiento de la calidad de viviendas basado en la medición y control de sus desempeños, cuya aplicación permita lograr construcciones habitacionales adecuadas al uso previsto en todo el territorio nacional, atendida las particularidades sísmicas, climáticas y ambientales de nuestro país, y con costos no superiores al que importa la aplicación de los sistemas de aseguramiento de calidad convencionales�.
El proyecto apuesta al desarrollo de un sistema de aseguramiento y certificación de calidad basado en desempeños (performance), el cual se construye a partir de la elaboración de tres productos: un sistema de medición de desempeños de construcciones habitacionales, un proceso de control y certificación que utiliza dicho sistema para elaborar juicios de calidad, y especificaciones constructivas basadas en prestaciones. Estos productos conforman un paquete tecnológico consistente en una serie de procedimientos, protocolos, bases de datos, normas, métodos, técnicas experimentales y numéricas; equipamiento e infraestructura que demanda el uso de esas técnicas; recurso humano con dominio del sistema; entre otros. Paquete que se estructurará como herramienta para apreciar el cumplimiento de desempeños técnicos y construir juicios de calidad sobre las cualidades de seguridad, habitabilidad, durabilidad y sustentabilidad de una construcción habitacional.
El proyecto contempla su desarrollo en 4 etapas, las cuales se consultan ejecutar en un periodo de 24 meses:
La primera etapa se orienta a la elaboración del diseño y especificación del sistema de aseguramiento de calidad. Consulta la definición de los objetivos, requisitos y exigencias de calidad del sistema, así como de las técnicas y protocolos de medición y análisis, procedimientos, recursos y otros. Con ese fin se realizan estudios de mercado destinados a averiguar las características de calidad reconocidas y valoradas por los usuarios de viviendas en Chile, se hace una revisión del estado del arte y realizan visitas a centros de referencia mundial en la implementación de �Performance Based Building�, y además se realizan evaluaciones de base experimental destinadas a definir algunas exigencias y requisitos.
La segunda etapa consulta la construcción de prototipos del sistema. Se implementan y ponen a punto las técnicas y protocolos para medir desempeños y los procedimientos para realizar las labores de control y certificación. Los sistemas se instalan y dejan operativos en laboratorios de DECON UC en Santiago y de CITEC UBB en Concepción.
La tercera etapa consulta la evaluación de desempeños del sistema. Se aplica a todo el ciclo de vida de proyectos de construcciones habitacionales de la Región Metropolitana y del Bío-Bío. Se evalúan las características funcionales y operativas bajo condiciones reales, se contrastan las hipótesis tecnológicas y de costo, finalmente se ajusta y corrige el sistema hasta nivel listo para suministrar al mandante y demás interesados.
La cuarta etapa del proyecto se destina a la transferencia y masificación de sus resultados, la que se hará bajo un esquema de libre uso y disposición. El sistema de aseguramiento se entregará al MINVU, quien lo incorporará a su gestión, para el mejoramiento de la calidad de la construcción pública administrada a través del SERVIU. CITEC y DECON UC en principio, y posteriormente otros oferentes tecnológicos, prestarán servicios complementarios de asesoría y capacitación en la aplicación del sistema, con el propósito de garantizar el logro de los impactos buscados.
En la situación con sistema adoptado, el país dispondrá de una herramienta moderna y objetiva para medir la calidad técnica del producto vivienda que ofrece el mercado y relacionar ésta con su valor económico. El usuario de vivienda, en tanto, dispondrá de un mayor nivel de información para decidir la mejor inversión posible y con garantías mucho más confiables que las actuales, verá reducido, por lo mismo, los costos económicos y sicológicos que originan los problemas de mala calidad. Se corregirán, en definitiva, las asimetrías de información que impiden actualmente el normal desarrollo competitivo del mercado inmobiliario chileno, como ha sucedido en todos los países en que se han implementado sistemas de aseguramiento de calidad basados en prestaciones.
Los impactos del proyecto en el ámbito social son importantes y derivan del menor costo en que incurrirá la sociedad por problemas de mala calidad en viviendas, en presencia de sistemas de control y certificación de viviendas más eficientes, estimados en USD 78 millones; y del mejoramiento de la calidad de vida de la población resultado de las mejores condiciones de habitabilidad de las viviendas de nuestro país. |