Los escolares chilenos presentan una elevada prevalencia de factores de riesgo cardiovascular (RCV), situación que los predispone tempranamente a una disminución de su calidad de vida y una baja expectativa de años de vida saludables. Esta situación acarrea a mediano y largo plazo un elevado gasto en salud de sus familias y del estado. Los factores de RCV pueden ser modificados a través de intervenciones integrales adecuadas que permitan una aproximación sistémica al problema, es decir, abarquen a la niña iño en su contexto personal, familiar y social. El proyecto identifica como principales beneficiarios a los escolares chilenos, y su objetivo general es establecer un plan piloto con miras a disminuir el RCV en escolares del primer año básico de escuelas municipalizadas de la comuna de Quillota, mediante la optimización de las características saludables de la dieta.
El proyecto contempla una intervención temprana, a nivel de escolares de primer año básico, ya que es más efectiva que en etapas posteriores, debido a su impacto en la formación de hábitos y conductas saludables. La intervención abarca fundamentalmente la modificación de la alimentación del escolar, considerando además su entorno familiar y social y la actividad física que desarrolla, de manera de lograr un impacto significativo sobre los factores de RCV, ejerciendo una protección en el largo plazo. Chile cuenta con un sistema estructurado de alimentación escolar, a cargo de la JUNAEB, cuyo programa alimentario es de amplia cobertura a nivel nacional, a través del cual es posible entregar una alimentación saludable. Numerosos estudios, tanto epidemiológicos como clínicos, han demostrado que un consumo adecuado de frutas y verduras se asocia con una reducción significativa en el RCV. En consecuencia, en la modificación de las minutas del programa de alimentación escolar que entrega JUNAEB se contempla incrementar el consumo de productos hortofrutícolas que poseen características saludables, con los que es posible mejorar la calidad de las raciones. JUNAEB actúa como institución mandante, con la certeza de que la intervención a ejecutar será exitosa y posteriormente podrá ser implementada a nivel nacional, con gran impacto social. La participación comprometida de las instituciones asociadas al proyecto permite establecer alianzas estratégicas que conforman una cadena de valor que garantiza el logro de los objetivos propuestos. Los participantes incluyen a la academia, sectores públicos y empresa privada.
Plan de trabajo: Se trabajará en 14 escuelas con alrededor de 430 escolares divididos en 4 grupos según tipo de intervención: 1) Control 2) Alimentación 3) Actividad física 4) Alimentación + Actividad física. Todos los escolares y sus familias recibirán un plan de intervención familiar y educación en estilos de vida saludables. Durante el año 1 se tomarán los datos que constituirán la línea base y planificará la estrategia en cada ámbito de intervención. Se determinará factores de RCV a través de pruebas bioquímicas, antropometría, así como el consumo de alimentos en las escuelas y estimación del consumo fuera de ellas. Asimismo, se caracterizará el tipo de familia y sus conductas y se analizará la actividad física que desarrollan los escolares. Durante este período se analizarán las minutas entregadas actualmente por JUNAEB en cuanto a su composición química y contenido de algunos componentes y propiedades saludables de interés, análisis que se realizarán también en alimentos hortofrutícolas factibles de incorporar en las raciones durante la etapa de intervención. Los alimentos seleccionados serán deshidratados y con ellos se formularán preparaciones innovadoras aceptables de alto valor saludable. En el año 2 se realizará la intervención, lo que incluye la elaboración y entrega de las minutas JUNAEB modificadas, su análisis, la evaluación de la aceptabilidad de la intervención alimentaria, la determinación del consumo institucional, la estimación del consumo fuera de la institución, la evaluación del estado nutricional de la población escolar objetivo, la mejora de la actividad física en escuelas, planes de intervención familiar según riesgo, la educación en estilos de vida saludable y evaluarán los principales factores de RCV. En el año 3 se realizará una última evaluación luego de finalizada la intervención, para evaluar adherencia a los estilos de vida aprendidos y analizar los resultados. Se espera que la intervención muestre la reducción de factores críticos de RCV en los escolares participantes en el estudio, resultado que debiera mantenerse en el tiempo y contribuir de esta forma a mejorar la salud de esta población, entregándoles la oportunidad de alcanzar un futuro con más y mejores años de vida saludables. Se espera que los resultados de este proyecto contribuyan a la propuesta de nuevas políticas públicas en materias de prevención temprana de enfermedades crónicas no transmisibles. |