RESUMEN
La preocupación sobre las consecuencias del cambio climático global generado por un eventual aumento de la temperatura media del planeta y su relación con el aumento de los niveles de gases efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, en particular de CO2, ha sido motivo de múltiples estudios en el último tiempo. Los científicos han establecido que desde 1885 a la fecha, la concentración de CO2 en la atmósfera ha aumentado en un 25%, producto de la combustión de fósiles para la generación de energía y la deforestación a nivel mundial. Una de las áreas de interés, corresponde a la capacidad de captación y de retención de carbono por parte de los bosques, tanto naturales como plantaciones forestales. Esto se debe a que los bosques desempeñan un papel primordial en el ciclo global del C, almacenando grandes cantidades de este elemento en biomasa y el suelo, además de su intercambio con la atmósfera a través de los procesos de fotosíntesis y respiración.
Sin embargo, los bosques también pueden ser fuentes de C atmosférico cuando éstos son perturbados por causas humanas o naturales (p.ej. incendios forestales, utilización de malos sistemas de explotación y de aprovechamiento, tales como corta y quema para transformación de suelos en otros usos no forestales).
En el marco de los acuerdos logrados a través del organismo de las Naciones Unidas, se crea un mecanismo orientado a compensar emisiones de GEI que realizan empresas de países desarrollados, responsables del 80% de las emisiones de estos gases, por la vía de la asociación o arreglos comerciales con empresas de otros países, denominado el país receptor, de forma que las reducciones o capturas logradas puedan ser acreditadas en su totalidad o en parte al país emisor. Este mecanismo se denomina "Implementación Conjunta"
Esta condición genera una gran oportunidad para el país, y en particular para el sector forestal, donde el manejo de bosques nativos y el desarrollo de nuevas plantaciones ofrecen la posibilidad de generar una alta oferta de captura de carbono, transable en este mercado naciente, con nuevas posibilidades de negocio para el país.
El presente proyecto contempla 4 componentes fundamentales, relacionadas con el estudio de este nuevo mercado, el desarrollo y aplicación de una metodología de medición y monitoreo de la oferta de captura de carbono por parte de los bosques nacionales, la promoción internacional de esta oferta y el desarrollo de una propuesta para la institucionalidad necesaria que permita acoger proyectos orientados a la implementación Conjunta.
La parte metodológica tiene como objetivo determinar los índices de captura de carbono en bosques nativos, sometidos a manejo forestal, y en plantaciones comerciales de especies exóticas en Chile. Esta metodología estima cambios en cuatro estratos diferentes: Biomasa aérea, Biomasa subterránea, suelos y hojarasca. Estima el cambio neto de carbono en cada estrato para áreas sin y con proyecto (o pre-proyecto) dentro de un período específico de tiempo.
Para la evaluación del balance de carbono en bosque nativo se medirán 3 tipos forestales, Roble-Raulí.Coigue, Lenga y Siempreverde. Se tomarán en cuenta los diferentes estados de desarrollo para la extrapolación de los resultados puntuales, considerando los efectos de la silvicultura. Para la evaluación del balance de carbono en plantaciones se medirán plantaciones de Pinus radiata y de Eucalytus sp.
Tanto la componente promocional como la propuesta institucional, pretenden generar la capacidad técnica y el sistema administrativo para certificar la captura de carbono con la finalidad de incorporarse en las Actividades de Implementación Conjunta, lo que representará para el país una mejora en la transferencia de tecnologías, acceso a nuevos recursos y fondos privados internacionales, oportunidades de protección de sus recursos naturales y proporcionar financiamiento para programas de Desarrollo Sostenible en materia forestal. |