RESUMEN
El proceso de reforma del sistema sanitario chileno, considera como un elemento operativo central la garantía explícita de la oportunidad y calidad de la atención de los usuarios, en especial del subsistema público. La garantía de los elementos señalados estará refrendada mediante una ley positiva, que permitirá a los usuarios reclamar legalmente el derecho cuando éste no sea respetado en las condiciones que la ley fije.
Operativamente la oportunidad y calidad de la atención, se basa según lo expresado por la autoridad sanitaria en: Protocolos de Atención, basados en la mejor evidencia disponible desde un punto de vista científico, evitando así intervenciones no respaldadas en una evidencia suficiente y a la vez disminuyendo la "variabilidad clínica", en intervenciones de salud para las cuales existe un consenso y respaldo científico.
Hasta el momento, de forma progresiva se han incluido en el denominado Plan Auge Piloto (PAP), 12 patologías, para las cuales se cuenta con protocolos estandarizados, elaborados por el propio Ministerio de Salud y la colaboración de grupos de especialistas y grupos académicos. Estas guías clínicas constituyen la herramienta fundamental a aplicar por los equipos de salud en aquellas patologías priorizadas a la fecha y las que posteriormente se incluyan hasta alcanzar las 56, señaladas por el Gobierno.
La experiencia internacional señala que en un primer momento, se crea una resistencia de parte de médicos u otros profesionales de la salud, ante la introducción de nuevas "normas" de trabajo que influyen directamente en la relación médico-paciente, la que es vista como una intromisión indebida y que pudiese esconder un interés exclusivamente económico de control de costos.
La preparación y puesta en uso de protocolos de atención clínica, requiere por lo tanto de una permanente evaluación de carácter operacional, es decir, su aceptabilidad, grado de utilización y correcta aplicación. Además de una evaluación independiente del impacto que su uso tiene sobre la calidad objetiva de la atención, percibida por los pacientes y por los profesionales que las ponen en acción.
Dada las características propias de todo programa social y las limitaciones de carácter ético, la introducción de éstas herramientas no puede ser efectuada mediante un diseño de carácter experimental, aleatorio y controlado. A lo anterior se suma el hecho de que la participación de las personas en el programa, puede obedecer a variables que influyen directa o indirectamente en los resultados independientemente del efecto que pueda tener el programa mismo, la presencia de dichas variables de confusión no controladas puede provocar una sobreestimación o subestimación del verdadero efecto del programa social desarrollado. Todo lo cual hace difícil señalar objetivamente, si la intervención es exitosa "per se" o bien su éxito o fracaso a otras variables no controladas, al no utilizar un diseño experimental, aleatorio y controlado.
Frente a la necesidad de evaluar objetivamente el impacto del PAP, para justificar los recursos empleados e incrementarlos, se propone un proyecto de investigación aplicada de evaluación operativa y de impacto, mediante métodos modernos propios de la econometría y con la utilización de técnicas estadísticas robustas y complejas, que asociadas a un diseño cuasi-experimental, permitan obtener resultados objetivos sobre la utilización de las guías clínicas y el impacto real que ellas tienen en la oportunidad y calidad de la atención y en la reducción de la variabilidad clínica y el grado de satisfacción de los profesionales que directamente aplican estas nuevas herramienta de atención.
El estudio propuesto tiene como propósito general entregar información objetiva para el decisor político, que le facilite la oportuna adecuación, cambio o ampliación de políticas o programas de atención de salud de alta cobertura y costos.
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