La esquizofrenia y sus trastornos afines tienen una prevalencia de vida cercana al 1% en nuestro país, su evolución tiende a ser crónica, pudiendo generar importantes grados de discapacidad, pérdida de funciones psicosociales y afectación de la calidad de vida de la persona y de quienes asumen su cuidado. Existe suficiente evidencia que permite sustentar que durante el primer episodio de psicosis de esta enfermedad se producen cambios importantes a nivel neurobiológico y psicosocial, que determinan en forma sustancial el pronóstico futuro, especialmente en lo que se refiere al grado de funcionamiento global y a los niveles de discapacidad ("hipótesis del período crítico"). A su vez, hay evidencia que demuestra que un menor tiempo de psicosis no tratada durante el primer episodio se asocia con un mejor pronóstico. Esto ha motivado el desarrollo de investigación orientada a evaluar intervenciones que permitan una detección lo más temprana posible desde el inicio de los primeros síntomas de la psicosis. Los resultados obtenidos - todos en países desarrollados - muestran una notable mejoría en el tiempo de psicosis no tratada, en la recuperación y pronóstico de la enfermedad, así como en la reducción de riesgos asociados (tales como el consumo de drogas y el suicidio). Estos antecedentes han determinado que en el Reino Unido se adopte una política pública destinada al desarrollo de unidades cuya finalidad es el diagnóstico y tratamiento precoz de personas con psicosis. Muy recientemente, la OMS ha recomendado que los países adopten políticas al respecto, orientadas a la detección temprana de personas con episodios de psicosis. No hay antecedentes que experiencias similares en países en desarrollo. El objetivo de este trabajo es diseñar, implementar y evaluar una intervención comunitaria para la detección precoz de personas que presentan un primer episodio de psicosis, con la finalidad de mejorar los resultados clínicos y psicosociales en el paciente y el impacto negativo en su familia o cuidadores. Se efectuará un ensayo comunitario bajo un diseño de tipo cuasi-experimental, con evaluaciones pre y post intervención, cuyo programa se ejecuta en 3 zonas geográficas dependientes de 3 equipos de psiquiatría comunitaria (2 en Santiago y 1 en Iquique) y que utiliza otras 3 zonas geográficas como control (que son similares en tamaño y características socio-demográficas). Se medirá la tasa de detección en todas las zonas incluidas en el estudio, durante dos años previos a la intervención y durante un año posterior a esta (por eso se requiere un mínimo de 24 meses para la ejecución completa del proyecto). Las características clínicas y de calidad de los pacientes serán evaluadas post-intervención, comparando las zonas con el programa y las de control. Los resultados de este proyecto permitirán conocer la efectividad de una intervención comunitaria para la detección temprana de personas que cursan su primer episodio de psicosis (en la realidad de nuestro sistema público de salud) y contar con un modelo aplicado para la extensión de esta iniciativa al resto del país. Cabe destacar que el proyecto se desarrolla en 3 áreas geográficas con características diferentes, con la finalidad de incorporar una diversidad de contextos y de esta forma incrementar la validez externa (replicabilidad) de sus resultados. |