Los pacientes diabéticos presentan a mediano y largo plazo complicaciones derivadas de la macro y microangiopatía, que afecta diversos territorios, y envejecimiento prematuro de todos los sistemas. Estas complicaciones implican una alta carga de morbilidad, invalidez y mortalidad en el paciente diabético, representando además un altísimo costo para el sistema de pensiones y servicios de salud nacional.
Hasta ahora se consideraba que las complicaciones vasculares dependían exclusivamente del control glicémico, más la frecuente asociación con dislipidemias e hipertensión arterial. Sin embargo en los últimos años se ha venido estudiando la relación entre el daño vascular de la DM con la presencia de moléculas complejas y heterogéneas llamadas genéricamente productos de glicosilación avanzada (AGEs en inglés).Estas sustancias se originan en ambientes hiperglicémicos y con alto estrés oxidativo (siendo a su vez pro-oxidantes), pero además pueden ser ingeridos directamente a través de la dieta.
En el presente estudio se pretende evaluar si los niveles de AGEs excretados en orina se correlacionan con el daño multiorgánico propio de la DM y la calidad de vida de los enfermos .
La excreción urinaria de AGEs se puede medir a través de técnicas simples y de bajo costo, por lo que, si se demuestra una asociación entre complicaciones vasculares de la DM y funcionalidad global de los pacientes, podría constituir un indicador útil de compromiso global en esta enfermedad.
En cuanto a la dieta de los diabéticos, es conocida la influencia de la adherencia a una alimentación adecuada en energía y baja en hidratos de carbono simples sobre el control metabólico. Los niveles séricos y urinarios de AGEs aumentan en condiciones de hiperglicemia, pero también derivan de su ingestión directa (a través de alimentos procesados o cocinados a altas temperaturas). Por estas razones, la mayor o menor excreción de AGEs pudiese también constituir un indicador simple de control glicémico e ingesta dietaria, susceptible de modificar a través de simples indicaciones nutricionales y en el futuro farmacoterapia específica.
Si nuestra hipótesis es correcta, se espera que, al enfocar el manejo nutricional de la DM en la modificación de los niveles de AGEs, pudiera lograrse un mayor impacto en la prevención de las complicaciones macro y microvasculares de la DM. |