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La obesidad constituye en la actualidad un serio problema de salud pública por que las enfermedades crónicas degenerativas (ECD) que la acompañan, tienen un alto costo económico y afecta la calidad de vida. En el menor de 15 años, la obesidad ha aumentado de un 5 a un 18 por ciento, en los últimos 20 años, generada por un alto consumo de alimentos hiper calóricos y la pérdida de la condición física, debido a las escasas horas de actividad física que se realizan tanto en la escuela como el hogar. En un documento reciente, OMS ha establecido que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo, causando 1,9 millones de muertes cada año. Al respecto, se ha relacionado la ingesta y actividad física en el paleolítico, con nuestros hábitos actuales. Como conclusión se establace que el desarrollo genético de nuestra raza humana, se ha basado en una cantidad significativa de actividad física diaria (entonces 19 kms diarios de caminata), implicando que se requiere una adecuada actividad física para una expresión génica fisiológica normal. Por tanto, la inactividad física activaría genes asociados a una mayor susceptibilidad a enfermedades metabólicas. Como corolario, la mayor actividad física y ejercicio, produce el mejoramiento de la capacidad funcional muscular y la prevención de la morbi mortalidad por enfermedades cardiovasculares, con independencia del estado nutricional del sujeto. Esta evidencia refleja que la condición física funcional, sería más importante que el peso corporal, para prevenir patología, desde edades tempranas. En nuestro país, se han hecho esfuerzos de promoción de salud en los escolares y de prevención de obesidad, en preescolares y escolare,, más se carece de una metodología adecuada que permita comparar los resultados de estos esfuerzos, así como evaluar sistemáticamente la condición física en los escolares. Contar con dichos indicadores permitiría también prevenir tempranamente, detectando la capacidad funcional de los niños y adolescentes, mlo que influye en su redimiento cognitivo, pues ambos factores están también asociados. Actualmente, no existen estudios de la condición física (fuerza muscular y capacidad cardiorrespiratoria) en los niños de 6 a 14 años, en Chile, ni asociada a factores de riesgo cardiovascular. Esta necesidad se acentúa con el hecho de que estudios nacionales muestran que el 30 por ciento de los niños que consultan por obesidad, ya portan el Síndrome metabólico. Existe consenso nacional en el tratamiento temprano de este Síndrome, para disminuir el alto riesgo de ECD en la vida adulta. Paralelamente, en un trabajo donde se evaluó diferentes indicadores para asociar a riesgo cardiovascular y se demostró que un niño obeso, con más de 30 por ciento de grasa corporal, se asocia con la existencia de riego metabólico. No existen estudios en el país, en población de escolares de seis a catorce años, en nuestro país, donde se relacione la condición física con factores de riesgo cardiovascular. En Chile, se ha avanzado en el terreno clínico, pues se aprobó un protocolo de tratamiento integral de cuatro meses dirigido a niños obesos provenientes de familias portadoras de ECD (DM2, HTA, dislipidemia ó Infarto al miocardio), pues se concentra el mayor riesgo de síndrome metabólico que las precede. Uno de los objetivos claves del programa es mejorar la condición física (CF). Sin embargo, tampoco cuenta con indicadores que permitan estimar de una forma objetiva, cual es la condición física que poseen los escolares. Por tanto, contar con dichos indicadores que abarquen ena población de seis a 14 años, permitirá identificar en forma individual a los escolares que presentan una mala capacidad física e intervenir en el momento oportuno. En este proyecto se eligirán a 2000 escolares de la Región Metropololitana, en forma aleatoria en quienes se medirán variables como antropometría, estado nutricional, factores de riesgo cardiovascular, como condición física (cardiorrespiratoria y muscular), grasa corporal, perímetro de cintura y presión arterial. El logro de los objetivos de este proyecto, permitirá contribuir a evaluar sistemáticamente a los escolares, tanto en la escuela como en el Centro de Salud y al mejoramiento y reducción del potencial riesgo de enfermedad cardiovascular a futuro. Se proveerán también puntos de corte para los indicadores de Condición física, que puedan utilizarse en las Garantías explícitas que ha propuesto MINSAL, para los niños con obesidad de nuestro país. |