- El Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas 2012, es una de las voces más autorizadas para hablar de ciencia en nuestro país; gracias a sus publicaciones, su carrera como profesor titular de la Universidad de Chile, y su cargo como director del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA). Desde esta experiencia relata su visión acerca de la desigualdad de género, tema que abordará el próximo Gender Summit 12, que se realizará el 6 y 7 de diciembre en Santiago.
El médico y Doctor en Bioquímica Nutricional del MIT, Ricardo Uauy, tuvo su primer encuentro con la desigualdad de género en el INTA, lugar que dirigió entre 1994 y 2002. Aquí comenzó a desarrollar una preocupación por este tema, que cada vez fue adquiriendo mayor importancia en su vida. “Cuando asumí la dirección del INTA, una de las primeras cosas que me sorprendió, fue que al mismo nivel académico, hombres y mujeres tenían una diferencia, en contra de ellas, de un 20 y 25 por ciento en los sueldos. Con eso, el primer punto de la agenda para ponernos al día y premiar calidad, fue definir que aquí no habría diferencias por efecto de género, y que estaría basado en la formación de la persona y su rendimiento”, reconoce.
La desigualdad de género volvió a aparecer en el camino de Uauy años más tarde, cuando formó parte del Consejo de Calidad de la Universidad de Chile. “Vimos que también había una diferencia entre un 20 y 30 por ciento de sueldos entre hombres y mujeres. Obviamente estas cosas son para preocuparse, no sólo porque sea justo o injusto, sino porque si la idea de una universidad es premiar la calidad por sobre todas las consideraciones, y luego se discrimina por género, entonces estamos comprometiendo los objetivos y los ideales de lo que hacemos, porque claramente no somos todos iguales, pero tenemos que ser medidos con la misma vara”, explica.
El mensaje de igualdad de Uauy va más allá del plano académico o universitario, ya que cree que debe aplicarse a todas las áreas, porque las tareas que se piden no son conforme al género. “Las funciones que la universidad pide a las personas no son diferentes para los hombres o las mujeres, por lo tanto la remuneración y las posibilidades de acceder a los cargos superiores deben estar abiertos a cualquiera. Es algo que debiera aplicarse no solamente en la universidad, sino que en todas las cosas”, asegura.
El médico profundiza y entiende que la injusticia que ha recibido la mujer en el tiempo es algo que debe cambiar. “Ellas tienen barreras que han sido impuestas por una sociedad que premia más a los hombres que a las mujeres y eso no es justo. Si queremos diversidad e integrar todas las visiones, por supuesto tenemos que dar igualdad de oportunidades, y considerar que las mujeres ya tienen diferencias biológicas, y que todos valoramos la función exclusiva que tienen de tener hijos. Se les debería privilegiar, y en realidad lo que ocurre es que la maternidad tiene más castigos que privilegios”, afirma.
Por último, Uauy valora el Seminario Mundial Gender Summit, ya que “para ser competitivos a nivel internacional tenemos que asumir compromisos y entender que somos todos iguales y que las diferencias se ven en lo que somos capaces de producir, pero no por definición. Y si tuviéramos que privilegiar a alguien, hay que hacerlo con quienes están asegurando la continuación de la especie”.