Este proyecto aborda desde una perspectiva multidisciplinaria y conformando una red nacional e internacional la dieta viva Artemia, uno de los cuellos de botella que se hará aún más críticos en la medida que el Programa de Diversificación de la Acuicultura Chilena (PDACH) despegue. El auge y caída de la salmonicultura, la principal (93%) actividad acuícola nacional, que en alrededor de 20 años alcanzó liderazgo mundial (FAO, 2006-2010), ha dejado enseñanzas en diferentes ámbitos que pretendemos subsanar focalizados en la dieta viva, para evitar se repita un ciclo similar en la emergente maricultura nacional. Una primera enseñanza es que un problema complejo, multifactorial, que incluso involucra a todo el ecosistema, no puede ser visto desde la óptica unidimensional de expansión ilimitada, sin tomar las necesarias precauciones. En segundo lugar, que la importación de material biológico es un riesgo de ingreso de enfermedades que es necesario evitar mediante la producción nacional. En tercer lugar, que la masificación de actividades productivas con especies biológicas debe necesariamente estar respaldada en todas sus etapas por conocimiento científico-tecnológico que permita optimizar los procesos y beneficios de manera sustentable, es decir minimizando los factores de riesgo con un adecuado manejo del recurso y transferencia del conocimiento científico-tecnológico alcanzado. La estrategia de la Comisión Nacional de innovación apunta en esa dirección (CNIC, 2009). A pesar de los objetivos avances experimentados por la maricultura en el mundo, el cuello de botella que aún limita su potencial desarrollo es la larvicultura: la mantención de cultivos larvarios de calidad de manera confiable y a precios costo-efectivos. El producir larvas de calidad depende de una variedad de factores que en Chile no se han abordado de manera sistemática y multidisciplinaria, y por ello no existe a la fecha el sustrato científico-tecnológico requerido para sobrellevar de manera confiable y replicable este cuello de botella.
Este proyecto pretende llenar en parte este vacío apoyando el programa de diversificación inicialmente desde la perspectiva de la dieta viva Artemia (Fase I), uno de los insumos más importantes para la industria, que actualmente se importa, tiene un alto costo, calidades variables y la desventaja de ser un vehículo para el ingreso de patógenos desconocidos que podrían afectar la industria, como ocurrió con las ovas de salmones importadas. Sin ser una dieta natural, Artemia es ampliamente utilizada por sus ventajas tanto para el cultivador como para el predador (larva). Si bien este organismo tenderá a ser reemplazado por una dieta artificial, ese momento se ve aún muy distante mientras no se conozcan los requerimientos nutricionales de las larvas de diferentes especies, y es por ello que Artemia seguirá siendo una dieta esencial para la Larvicultura. Un problema a resolver para el futuro (Fase II) será disponer masivamente de una cepa local de calidad acuícola a precios costo-efectivos, ámbito en el que el equipo que presenta el proyecto ha avanzado soluciones en proyectos financiados anteriormente. Igualmente, el efecto sobre las larvas de peces de la Artemia tailor-made (hechas a la medida) producida, se evaluará en condiciones estandarizadas en la Fase II de este proyecto. El crustáceo Artemia ofrece la oportunidad única de conocer los requerimientos nutricionales de las larvas, que son especie-específicos, y a la vez probar el efecto de una serie de sustancias que afectan positivamente el desarrollo larval, ya sea a nivel experimental o piloto, gracias al proceso de bio-encapsulación que permite liberar en la larva, y no al medio, sustancias nutraceúticas, terapéuticas e inmuno-estimulantes.
El proyecto resolverá variados problemas que se reflejan en las siguientes hipótesis:
� las especies de diferentes localidades en Chile, especialmente A. franciscana, tienen potencial acuícola a juzgar por el diámetro de los quistes, tamaño de los nauplios y composición nutricional inicial.
� producto de su adaptación a una gran variabilidad de ambientes retienen adaptaciones locales, es decir variantes genotípicas y fenotípicas, a partir de las cuales se pueden seleccionar aquellas más ventajosas según los requerimientos del proyecto.
� considerando que las hembras de Artemia producen descendencia como quistes o nauplios (los dos insumos principales para la industria), según las condiciones ambientales y sus características genéticas, es posible conocer y condicionar la obtención de descendencia, según las necesidades (quistes o biomasa).
� es posible autentificar por medio de marcadores moleculares los quistes (banco de genes) con determinadas calidades para su uso en acuicultura.
� la bio-encapsulación bajo condiciones estandarizadas de sustancias usando Artemia cómo vehículo permitirá conocer los requerimientos nutricionales de las larvas, y a la vez la respuesta de las mismas (crecimiento, sobrevivencia) frente a las sustancias aportadas.
� es posible conocer y disponer de condiciones estandarizadas para la evaluación genético-fenotípica (plasticidad fenotípica) de diferentes individuos/poblaciones de Artemia (identificadas con marcadores genéticos) para obtener un producto de calidad certificada de acuerdo a criterios internacionales.
Los resultados esperados son: 1) un centro de desarrollo científico tecnológico que apoye a la industria maricultora con el know how y los servicios necesarios, para evitar los habituales ensayos de prueba y error que ocurren en las empresas con las consiguientes pérdidas económicas; 2) una cepa nacional bio-segura (libre de microorganismos y parásitos) de calidad acuícola; 3) un banco genético (quistes) autentificado molecularmente; 4) productos (inicialmente quistes y biomasa) certificados; 5) protocolos experimentales inter-calibrados (con organismos internacionales) para la certificación de los productos; 6) servicio online de apoyo a la industria y a otras entidades que requieran del uso de Artemia.
Desde una óptica académica-básica conocemos 12 localidades con Artemia a lo largo del país, comprobando que éstas difieren en sus características ecológicas por corresponder a lagos hipersalinos interiores, athalasohalinos (Desierto de Atacama) o lagunas costeras (thasalohalinas), que además están sometidas a diversos regímenes de temperatura y salinidad. Esta especificidad ecológica se traduce en una gran variabilidad genético-fenotípica de Artemia, parte de la cual tiene valor para la acuicultura. De aquí que esta variabilidad constituye un activo de gran valor estratégico para el país (que además contribuiremos a conservar), posibilitando el acceso a dietas vivas especie-específicas con regularidad y a menor costo, minimizando el riesgo país en términos sanitarios y de bioseguridad, permitiendo la revalorización de la actividad salinera (donde se producirá Artemia de manera semi-intensiva (fase II). La continuidad del proyecto y la creciente demanda debido al PDACH, potenciará el comercio local a través del desarrollo de nuevos productos (quistes y biomasa de Artemia) y servicios.
Finalmente destacamos la red nacional e internacional establecida que nos situará como un centro equivalente a los mejores del mundo, con los cuales incluso estaremos asociados en este proyecto.
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